La industria informática argentina venía experimentando un crecimiento sostenido en puestos de trabajo desde hace varias temporadas, pero este año esa tendencia cambió y no sólo se están creando menos puestos de trabajo, sino que incluso se detectan oleadas de despidos, pese al crecimiento general de las exportaciones.

Impulsado por la inversión pública desde su promoción iniciada en 2004, el sector no ha parado de crecer, creando y radicando empresas en el país gracias a la decisión del Estado argentino.

No obstante, a pesar de este estímulo, que involucra grandes erogaciones del Estado nacional y los Estados provinciales bajo la forma de exenciones tributarias (algunas de ellas ampliamente cuestionadas, como los multimillonarios subsidios que recibe una minoría de grupos empresarios transnacionalizados con Mercado Libre y Globant a la cabeza), la situación de los trabajadores va a contramano del crecimiento en empleo y exportaciones de las empresas del sector: sueldos congelados, horas extra impagas, contratos precarios y la inexistencia de un convenio colectivo de trabajo que ordene una carrera, contemple licencias, compense los títulos obtenidos y ordene criterios profesionales como un escalafón adecuado para cada rol y seniority.

El rol de AGC en las denuncias laborales

La Asociación Gremial de Computación (AGC), el sindicato con personería gremial que representa a los trabajadores de la industria informática, viene trabajando intensamente para echar luz sobre las condiciones laborales y, sobre todo, corregir las severas y cada vez más frecuentes irregularidades que enfrenta el personal del sector IT, centralmente debido a la falta de aplicación de un convenio colectivo propio, como lo es el 1696/23, de referencia en la actividad.

Por este motivo, el gremio comenzó a realizar denuncias de manera sostenida ante diferentes autoridades competentes del área de Trabajo, desde la Secretaría de Trabajo de la Ciudad de Buenos Aires, hasta sus pares de las Provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Chaco. Gracias a esta labor sindical, diversas empresas han tenido que comparecer frente a las autoridades con vistas a la regularización laboral de sus trabajadores.

Empresas denunciadas

Algunas de las empresas citadas son referencia en el sector, como por ejemplo Globant (Sistemas Globales SA), Creative IT (Grupo SEIDOR), Avature SRL, Grupo Kelsoft, Practia Global, Atos, América Virtual, IT Rock (Werden IT SAS), entre otras.

Todas estas compañías tienen un rasgo en común: pertenecen a la Cámara de la Industria Argentina del Software (CESSI), entidad que publicita en los informes de su observatorio (el OPSSI) supuestos sueldos del sector IT. Desde AGC y su observatorio (Observatorio del Trabajo Informático-OTI) se han referido a la “endeblez metodológica y la veracidad de tales datos”, promocionados por la cámara empresaria, números que chocan con evidencia contraria creciente. “Esta situación”, señalan desde el gremio, “no representaría más que un problema para la credibilidad de dicha institución si acaso no se tratara de la principal cámara empresaria de esta industria, cuyos discursos, pronunciamientos y lobby, muchas veces orientan las políticas que dan forma a este sector productivo”.

Informe que analiza el "detrás de escena" del informe salarial de la Cámara Empresaria CESSI

Sueldos inflados en los informes empresarios

Por ejemplo: según el informe del OPSSI, el promedio salarial a abril de 2025 era de $2.460.611. Esta cifra, señalan desde el gremio, implica una «trampa metodológica» como es presentar un salario promedio de algunas compañías preseleccionadas y no una mediana salarial del sector, lo que resulta engañoso, pues dada la fórmula utilizada para obtener el promedio (sumar la totalidad de sueldos y dividirlo por la cantidad de trabajadores) los sueldos altos (notable minoría en la totalidad de los casos) impulsan hacia arriba el salario promedio así calculado, pero eso no tiene asidero en la realidad de la gran mayoría”. Además contrasta escandalosamente con un escenario de pérdida de poder adquisitivo en un contexto de congelamiento, lo que constituye una reducción salarial de hecho.

El Observatorio del Trabajo Informático realiza un exhaustivo análisis de la realidad salarial y más variables de la industria informática. Los datos contrastan escandalosamente con lo publicado por la Cámara empresaria CESSI.

En contraste, el observatorio del sindicato basa sus informes en el análisis de fuentes oficiales y abiertas como el SIPA y la AFIP y calcula la mediana salarial del sector, un indicador que permite identificar el techo y piso salarial de la mitad del universo de trabajadores, el cual se encuentra actualmente en $1.307.578, muy lejos de lo señalado por la cámara empresaria.

¿Será por estas razones que dicha Cámara Empresaria se resiste con tanta intransigencia a negociar colectivamente con la entidad sindical legítima para brindar condiciones de trabajo adecuadas?

Si a eso se le suman el resto de los reclamos que la AGC viene relevando, estamos ante una situación generalizada de extrema vulnerabilidad para la mayoría de los que trabajan en esta industria. Y la pregunta que sobrevuela es: ¿Hasta cuándo se prolongará esta injusta e insostenible situación?

¿Qué reclamos tienen los trabajadores?

El hecho de que los mismos reclamos se repitan en una cantidad significativa de empresas  delata una conciencia generalizada y una práctica sistemática en los empresarios del sector: aprovechar la falta de cumplimiento de un convenio para ahorrar costos, en directo detrimento de la calidad de vida de sus trabajadores.

Si en el gigante Globant sus trabajadores denuncian salarios congelados durante aproximadamente 2 años, lo mismo replican quienes se desempeñan en Accenture, Atos, Kelsoft, América Virtual, etc. La persecución sindical y los despidos arbitrarios también son una práctica denunciada incluso desde el año pasado en el gigante dirigido por Martín Migoya, pero no solamente ahí: Lo mismo denuncian trabajadores de SEIDOR, América Virtual y Avature.  

A estas irregularidades se le pueden agregar asignación de tareas sin remuneración correspondiente como en la multinacional Accenture, pero también en Avature (donde tampoco pagan horas extras) y en SEIDOR. Pero si hay que resumir y sintetizar entre las problemáticas más citadas por los trabajadores, aparecen también: Formas de contratación precaria; encubrimiento de la relación laboral a través del monotributo; contratación offshore; inconsistencias entre el contrato, rol, categoría y salario y la ya naturalizada falta de reconocimiento de titulos, antigüedad e idiomas.

Empresas “modelo” con prácticas precarias

Todas estas firmas tienen a sus empleados “fuera de convenio”, sin representación sindical, pisos laborales, es decir, sin “reglas claras”. No obstante, se presentan a sí mismas como ejemplo de productividad y “empresas modelo”, pero organizan su actividad basada en la precarización laboral y salarios de pobreza, incluso a pesar de que reciben el favor del Estado.

¿Hasta cuándo seguirán presentándose a sí mismas como ejemplo de innovación y sinónimo de futuro, si apuestan a relaciones laborales propias del siglo XIX?

Es hora de terminar con la mentira y hacer lo que corresponde: Regularizar la actividad de la industria informática, reconocer y resarcir a sus trabajadores, protagonistas y principal activo de este campo productivo y, fundamentalmente, brindar a nuestro país la oportunidad de desarrollo poniendo el eje en la producción, la formación y la innovación antes que en la especulación y el retaceo de derechos.

Contactarse con el gremio