En el marco de nuestra agenda internacional, participamos en el proyecto “Promoción de los derechos digitales de los trabajadores y trabajadoras en Argentina a través del fortalecimiento de las organizaciones sindicales y la democracia”, desarrollado Espacio Cultural UOCRA con el apoyo de la Unión Europea. Este esfuerzo se concretó en el primer encuentro sindical sobre plataformas digitales de trabajo, orientado a fortalecer la organización de las y los trabajadores de este sector en Argentina.

La actividad se llevó a cabo en dos jornadas. La primera estuvo destinada a compartir perspectivas y experiencias regionales y globales, mientras que la segunda se enfocó en analizar los desafíos jurídicos, organizativos y en materia de derechos que enfrentan los trabajadores. La apertura contó con la participación de Miruna Russen, Representante de la Misión de la Unión Europea en Argentina; Guillermo Zuccotti, de la Secretaría de Relaciones Internacionales de la CGT RA; Adolfo Aguirre, Secretario de Relaciones Internacionales de la CTA A; y Pablo Granovsky, representante de la Fundación Uocra.

La industria informática, con sus tres grandes ramas (hardware, software y servicios informáticos), se ha consolidado como un pilar estratégico en las economías modernas. Su capacidad para generar empleo, innovación y desarrollo económico la posiciona como uno de los sectores de mayor crecimiento en la última década. Sin embargo, este crecimiento exponencial ha traído consigo desafíos significativos para los trabajadores del sector, que hoy enfrentan condiciones laborales desreguladas y desiguales.

Desde la Asociación Gremial de Computación (AGC), hemos trabajado para poner en agenda la importancia de la sindicalización como herramienta fundamental para equilibrar las asimetrías entre los trabajadores y las grandes corporaciones. A pesar de que en Argentina la actividad informática cuenta con un sindicato específico con personería gremial desde 2018, el 92% de las empresas son micro y pequeñas (0 a 50 personas) y emplean al 29% del total de trabajadores del sector. El 6% de las empresas son medianas (entre 50 y 250 personas) y emplean al 28% de los trabajadores del sector. Solo el 2% de las empresas son grandes (más de 250 personas)  y emplean al 43% de los trabajadores de la actividad informática.

La dinámica global del sector, caracterizada por la descentralización y la alta capacidad de relocalización de sus operaciones, ha intensificado la necesidad de construir un marco sindical sólido que garantice derechos básicos como estabilidad laboral, acceso a beneficios sociales y una redistribución justa de los beneficios generados. Esta situación no es exclusiva de Argentina: en todo el mundo, los trabajadores de informática se enfrentan a prácticas laborales precarias que incluyen contratos temporales no regulados, vigilancia extrema y discriminación algorítmica.

En este contexto, la sindicalización es clave para avanzar hacia un modelo laboral más justo. Los convenios colectivos deben adaptarse a las particularidades del sector, incluyendo cláusulas que regulen el uso de tecnologías avanzadas en la gestión del trabajo y que garanticen derechos como la desconexión digital y el pago justo de horas extras. Además, los sindicatos pueden desempeñar un rol central en la promoción de programas de formación profesional que fortalezcan las competencias de los trabajadores en un entorno dinámico y altamente competitivo.

Dado el carácter global de la industria, resulta imprescindible establecer alianzas internacionales entre sindicatos y organizaciones de trabajadores. Estas redes permiten negociar estándares comunes frente a las corporaciones transnacionales, garantizando condiciones laborales dignas y fomentando un desarrollo sostenible del sector. Iniciativas como la creación de laboratorios de inteligencia artificial gestionados por trabajadores podrán ser clave para garantizar la transparencia de los algoritmos y establecer estándares éticos para su implementación.

El fortalecimiento del gremio informático no solo es una respuesta a las problemáticas actuales del sector, sino también una oportunidad para construir un modelo más equitativo que beneficie tanto a los trabajadores como a las empresas. En AGC reafirmamos nuestro compromiso con esta causa, convencidos de que una organización sindical sólida es esencial para enfrentar los desafíos del presente y construir un futuro más justo para todos los trabajadores de la actividad informática.

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