Esta semana salieron dos artículos que, por algún motivo o por otro, han abordado un tema que nos debe llamar a la reflexión (y que, de hecho, seguramente todos nos hemos preguntado más de una vez): ¿Cuánto se supone que debe cobrar un informático? ¿Por qué? ¿Qué determina el valor de nuestro trabajo y nuestra formación? ¿Qué o quiénes lo definen?
Por un lado, una nota revela las condiciones de trabajo en una de las principales empresas informáticas argentinas. Por otro lado, en un duro comunicado los empleadores advirtieron su preocupación por el aumento de trabajo freelance, prácticamente señalando a los trabajadores como responsables de una modalidad que ellos mismos fomentaron durante décadas y en la cual hoy descubren falencias estructurales.
Como organización, venimos sosteniendo que la mejor forma de fortalecer la industria informática es mejorando sustancialmente los salarios y las condiciones laborales. ¿A qué nos referimos? A una profunda recomposición salarial, al pago de adicionales por idioma y tecnologías de alta demanda, al reconocimiento de la antigüedad, el seniority y los títulos de la educación formal; a mejores licencias por estudios, paternidad y otras; a protección contra todo tipo de violencias; a mejores espacios de trabajo, tanto en la oficina como en casa; al acceso a mejores planes de carrera; al pago adecuado de horas extra, costos de guardería, elementos de trabajo y por qué no también, a la participación en las ganancias de las empresas...
¿Paritarias? Una mesa paritaria es una instancia formal “entre pares” para conversar acerca de todo lo relativo al contexto laboral. Somos un gremio que apuesta a que Argentina sea un gran lugar para trabajar y eso se consigue con una fuerte apuesta al diálogo. Desde hace mucho tiempo venimos convocando periódicamente tanto a las empresas como al Ministerio de Trabajo para que se conforme esta mesa y podamos avanzar en acuerdos justos para todos.
Muchas empresas fomentan la recepción de feedback por parte de los empleados. Celebramos eso, aunque no alcanza con encuestas y focus groups; es tiempo de conversar como pares a nivel nacional y sellar los acuerdos en un Convenio Colectivo de Trabajo. Sentar las bases de lo que signifique ser trabajadores informáticos en la República Argentina.
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