Histórico avance en la transparencia algorítmica del trabajo
Los trabajadores representados en la Comisión Normativa sobre el Trabajo Decente en la Economía de Plataformas hemos logrado una conquista histórica de cara al futuro del trabajo.
Con la participación activa del vocero por Argentina, Nahuel Placanica, que ha desarrollado una tarea ardua pero impecable, se ha logrado aprobar una resolución que establece la necesidad de contar con un Convenio vinculante acompañado por una resolución que proteja los derechos de los trabajadores de plataformas.
Si bien no se ha podido avanzar mucho sobre las características puntuales de este convenio, se ha logrado que se establezca el derecho fundamental para que los trabajadores y sus representantes sindicales obtengan la información de la actividad algorítmica que de transparencia a las decisiones que impactan en el trabajo y permitan garantizar el trabajo decente.
Compartimos el discurso de la vocera de los trabajadores ante la comisión, Amanda Brown, que nos da un panorama de la importancia histórica de este logro y permite darle magnitud a los desafíos que vienen.
"Presidente, distinguidos delegados, venimos aquí hoy no sólo para adoptar una resolución, sino para dar el primer paso para reclamar el futuro del trabajo. Un futuro que debe pertenecer a todos los que innovan y los que trabajan, los que invierten y los que llevan el peso de las cajas de entrega, que codifican o que conducen a través de las tormentas o que limpian apartamentos alquilados en silencio. Hoy estamos aquí por ellos. Estas últimas dos semanas, muchos de nosotros hemos vivido no en Ginebra, sino en las salas de este edificio, negociando línea a línea, palabra a palabra. Diecisiete horas al día hemos debatido con fiereza y hemos estado en desacuerdo abiertamente. Pero también hemos escuchado con humildad y determinación. Queremos decir claramente que nuestro objetivo nunca ha sido detener la innovación. No estamos aquí para detener el reloj de la tecnología, ni tampoco para rechazar el crecimiento económico, sino más bien lo contrario. Estamos aquí para dar forma a la innovación, orientar la innovación con justicia, alinear los progresos con la dignidad. Y garantizar que el crecimiento económico no viene a costa de la explotación humana. Porque aunque hablemos dentro de estas paredes, fuera, en todo el mundo, hay millones de trabajadores de plataformas que seguirán viviendo bajo condiciones que recuerdan al siglo 19. Trabajan sin contratos, sin protección social, sin derecho a sindicalizarse o negociar. El trabajo es esencial, pero sus derechos están ausentes. La alimentación se entrega, se transportan pasajeros, se etiquetan los datos, los trabajadores atienden y se clasifican los paquetes o se llevan a las puertas de los clientes. Pero las personas están detrás de las infraestructuras digitales y siguen siendo invisibles para los sistemas jurídicos que tienen que protegerlos. La economía de plataformas no es una frontera sin ley por accidente, sino que es el resultado de decisiones conscientes de empresas, sistemas y también de estados. Pero seamos honestos, en las últimas dos semanas hemos estado negociando o llevando el trabajo de plataformas fuera de las sombras y fuera de un modelo insidioso de capitalismo de plataformas. Un modelo basado en la extracción, en la explotación y en la remercantilización del trabajo. Un modelo que se resiste a la rendición de cuentas. Y hoy estamos aquí con una resolución para adoptar un convenio vinculante, apoyado por una recomendación sobre el trabajo decente en la economía de plataformas. Este es un momento histórico que cambia las cosas. A través de este proceso, el mandato histórico y único de la OIT para reglamentar las condiciones de trabajo y la tecnología que repercute en las vidas de los trabajadores se ha reafirmado de manera clara y potente.
Con un Mundo del Trabajo que continúa cobrando forma por las plataformas y la gestión algorítmica, los debates y los resultados de los mismos en esta conferencia han fortalecido la responsabilidad que incumbe a la OIT y su capacidad de garantizar que la innovación se guíe por derechos y que los trabajadores no se queden atrás en nombre del progreso. Hemos dado un primer paso para conseguir una norma internacional que se aplique a esta forma de trabajo nueva y poderoso. Y nos sentimos orgullosos, y tenemos motivos para ellos, de grandes logros conseguidos durante esta conferencia. En primer lugar, nos hemos puesto de acuerdo sobre la forma que cobrará el instrumento un convenio acompañado de una recomendación que nos brinde tanto capacidad de ejecución como flexibilidad, y esto no es cosa menor. En segundo lugar, nos hemos puesto de acuerdo sobre las definiciones y el ámbito de aplicación, un cimiento crucial en aras de la claridad, el cumplimiento y la cobertura. Y en tercer lugar, muy importante, hemos conseguido consensuar cuáles son los derechos primordiales y básicos en la economía de plataformas el derecho de los trabajadores y sus sindicatos de acceder a la información sobre la gestión algorítmica, porque a día de hoy el poder se ejerce mediante algoritmos, por lo que la justicia tiene que comenzar con transparencia. Sin ella no hay manera de plantar cara a las desactivaciones injustas, a poner en tela de juicios sistemas de calificación sesgados o comprender cómo se dirige, valora y, a fin de cuentas, se controla el trabajo que uno realiza. Pero reconocer estos logros importantes también nos lleva a pensar y reconocer la decepción que albergamos. A pesar de la urgencia, del momento en el que nos encontramos y de la necesidad de justicia, no hemos conseguido debatir todo el texto del proyecto de convenio y recomendación. Se nos acabó el tiempo. El consenso fue frágil y aunque algunas delegaciones mostraron un compromiso real de progresar, otras, seamos sinceros, han tenido menos voluntad de avanzar. Este es el motivo por el que nos encontramos solo al inicio de este viaje. Lo hemos empezado para que se despliegue en dos semanas, que no son sino la puerta de entrada a una nueva norma del trabajo en la era digital que aún tenía que construirse en esta casa. Nos vamos de esta conferencia con mucho aún por hacer. El año que viene volveremos a esta sala y estaremos preparados no sólo para hablar, sino también para cumplir. Tenemos que garantizar artículos que garanticen una clasificación correcta de la condición de empleo, la situación en el empleo y acabar con los falsos autónomos. Acceder a la protección social con independencia de la situación en el empleo. El derecho a sindicalizarse y a negociar colectivamente mecanismos de resolución de diferencias donde los trabajadores no se vean obligados a depender de la buena voluntad de sistemas de aplicaciones opacas. Un cumplimiento eficaz y una rendición de cuentas, porque las leyes que no se cumplen son licencias que abren la puerta al abuso. Presidente, esta tarea no ha sido meramente técnica, es profundamente ética, porque el trabajo no es una mercancía. Ya hemos dicho muy a menudo en esta casa que estamos ante el futuro del trabajo y recordemos que para muchos trabajadores de las plataformas el futuro es el presente y que a menudo esto significa explotación y exclusión. El convenio y su recomendación son la oportunidad para decir no en nuestro nombre, no ante nuestros ojos. Los trabajadores que nos escuchan en todo el mundo tienen que saber que los vemos. Han esperado mucho tiempo para que la comunidad internacional se tome en serio su lucha y ahora estamos dispuestos a retomar y recuperar el tiempo perdido. A los empleadores les diré que los mejores entre ustedes hacen gala de dignidad en el trabajo y la dignidad no tiene por qué ser un obstáculo a la innovación, es el cimiento sobre el que reposa una economía digital justa, también es una sostenible. A los gobiernos también quisiera decirles nuestro agradecimiento profundo porque la enorme mayoría de ellos se han mostrado firmes junto a nosotros en estas negociaciones. Nuestro apoyo robusto para con la protección de los trabajadores de las plataformas no sólo es un principio, se ha visto de manera activa y ha sido resuelta. A los gobiernos decirles que la responsabilidad que les incumbe no acaben sus fronteras nacionales. ¿Los derechos laborales tienen que ser mundiales, en las capitales y en las plataformas, porque estas son mundiales, si no se establecen normas aquí en la OIT donde más se pueden hacer? La era de las multinacionales hacen que las empresas sean las que operen con el silencio total de los demás. Presidente, delegados, una resolución es mucho más que un texto, es un compromiso, una promesa de concluir lo que hemos iniciado, una declaración de que la era digital no significa que tenga que ser desregulada, que los trabajadores de hoy y del mañana se merecen mucho más que plataformas y gratitud, se merecen derechos. Marchémonos de Ginebra, no solamente orgullosos por lo que hemos conseguido, sino con una visión clara de lo que nos queda aún por hacer, porque el futuro no esperará a que nos pongamos las pilas, como tampoco lo harán nuestros trabajadores. Muchas gracias."
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