Globant es hoy el más famoso unicornio IT argentino, que creció exponencialmente al calor de las bondades y beneficios fiscales que el Estado comenzó a otorgarle a partir de la sanción de la entonces “Ley de Promoción de Software” (año 2004), prorrogada en 2014 y convertida en la nueva “Ley de la Economía del Conocimiento” en 2020.
Sus propias autoridades cuentan con tintes “dysneylandescos” la historia de la empresa, coincidente con el relato típico de la meritocracia: amigos sin dinero, cuyo capital para invertir no era más que un puñado de sueños. La gastada historia del “garage”. En su propio sitio web lo cuentan de esta forma: “Cuatro amigos reunidos en un bar. Así comenzó nuestra historia en 2003. Ellos compartían un sueño común que seguimos desarrollando...” Realmente emocionante.
Estos cuatro amigos desamparados con sus sacos llenos de sueños, son ni más ni menos que: Martín Migoya, Guibert Englebienne, Martín Umarán y Néstor Nocetti. Por arte de magia, estos 4 amigos emprendedores, en tan solo 11 años, pasaron de usar sus laptops en un bar a ver a su “emprendimiento” cotizar en la bolsa de valores de Nueva York. Llamativo el rápido ascenso, que coincide exactamente con los mencionados períodos como beneficiarios de los subsidios del Estado. El mismo Estado al que hoy, por lo menos discursivamente, Martín Migoya denosta cada vez que habla en público. Se comenta que Martín es dueño de un gran nivel de adaptación, quien parece ser oficialista de todos los Gobiernos.
Luego de este pantallazo general, que sabemos no es noticia nueva (tal se puede leer en esta nota del DiarioAR de agosto de 2021) se puede pasar ahora a lo importante: el malestar interno que viven día a día gran parte de sus “globers”.
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El retraso salarial: protagonista del “All Hands”
Costumbre importada de culturas corporativas “made in USA”, nuestra empresa nacional de software lleva a cabo con frecuencia un encuentro con sus empleados en las cuales distintas autoridades realizan presentaciones plagadas de números. Por lo general allí se informa, con algo de cinismo y nula empatía, las exorbitantes ganancias que la empresa acumula período tras período.
En el “All Hands” llevado a cabo el 12/12 del 2023 hubo al finalizar un espacio abierto para preguntas de los empleados presentes. Y como se esperaba, el tema sueldos fue el protagonista. Y es que el retraso salarial que sufren los globers, es insostenible y está saliendo a la luz incluso en reuniones como estas, en las que consultas sobre salarios y aumentos suelen estar vedadas.
Al percibir que el tema se llevaba el centro de la atención, la gerencia prometió que “en marzo de 2024 iba a haber novedades”. De más está decir, que siendo el mes de octubre, la promesa fue incumplida y jamás se volvió a hablar del tema. El anuncio fue tan solo entonces una vía de escape al incómodo momento que estaban atravesando los presentadores.
Los salarios de Globant por dentro: inequidad y “split”
Globant presenta un desordenado esquema salarial. Creado específicamente para producir el cansancio y la rotación de sus empleados, de esta forma se aseguran contar entre sus filas una mayoría de empleados “frescos” con poca antigüedad y con mucho por explotar. Arrancan obnubilados por trabajar en una empresa de nivel internacional, en un ambiente relajado y lleno de comodidades, generando una alta pero fugaz fidelidad. Al cabo de los años, el retraso salarial planificado acaba con los sueños de carrera, estabilidad y futuro.
Globant no cuenta con las conocidas “bandas salariales” o, más bien, son mantenidas en completo secreto. Existe además una increíble inequidad entre empleados con mayor antigüedad y los flamantes globers: las diferencias salariales suelen rondar entre el 30% al 40% a favor del nuevo ingresante. La estrategia es clara: cooptar nuevo personal e “invitar al retiro” a los que cuentan más años allí trabajando.
La empresa de Migoya además implementó tiempo atrás un “split” de los salarios. Este “novedoso” sistema no es ni más ni menos que la división del pago del sueldo en 2 partes: 70% en USD y 30% en pesos argentinos. El detalle es que la proporción a pagar en moneda extranjera resulta de un cálculo que promedia el valor oficial del dólar en los últimos 3 meses. Para ser claros: un salario de ARS $1.000.000 sería cobrado de la siguiente forma: ARS$300.000 y los restantes $700.000 son convertidos vía ese valor promedio a dólares. En este caso Globant estaría depositando aprox. USD 695 ($700.000 / $1006 valor oficial) en la caja de ahorro del empleado.
El gran problema es el siguiente: desde hace meses, el valor del dólar en nuestro país se encuentra planchado y la inflación en moneda local se agrava día tras día. Migoya celebra.
El "split" además de se ser altamente perjudicial en este contexto, genera grandes confusiones entre los empleados. Oficialmente la empresa informa que se aplica para roles con senioritis semi-senior y senior, pero se conocen varios casos en los que globers junior, también caen bajo este esquema, que a medida que pasan los días, hunde y deteriora el poder adquisitivo de los sueldos.
“Para el cliente todos somos senior”
Nota de color: las gerencias de Globant llevan adelante una práctica que, mínimamente, podría se señalada como moralmente discutible.
Resulta que los empleados son obligados a NO incluir en las firmas personales de los correos su seniority real. Esto es informado directamente por sus líderes con total impunidad ya que sostienen que “para el cliente todos somos senior”.
Esto quiere decir que, si el seniority del empleado es más bajo, las responsabilidades asignadas y la exigencia son mayores a sus capacidades y, por supuesto, sin reconocimiento alguno a nivel salarial. Esto además da muestras de cierta inmoralidad de Globant al venderle a sus clientes equipos completos con seniorities que no reflejan la realidad.
En medio de la crisis salarial, los anuncios de ganancias no frenan
Mientras el malestar y la angustia de los empleados crece día a día, Globant no cesa de tirarles por la cara sus desmesuradas ganancias, sus planes de inversión, sus increíbles gastos en publicidad, sponsoreos, compras de otras empresas e inversiones.
Los globers reciben casi a diario, como si de una burla se tratase, correos y notificaciones constantes sobre esta temática. A principios de este año, solo por poner un ejemplo, los empleados fueron informados que Migoya realizaría un gasto enorme para que Globant sea sponsor de la nueva estrella argentina de la Fórmula 1, auspiciando a Franco Colapinto y pagando millones de dólares a la escudería Williams.
Recientemente, otro correo fechado el 10/9/2024 daba cuenta a sus empleados que Globant destinaba otra millonada de dinero a la compra de “Blankfactor”, una consultora de servicios de TI con sede en Estados Unidos, especializada en pagos, banca y mercados de capitales.
Esto demuestra la poca o nula empatía que la empresa tiene en un contexto de crisis que atraviesa, de forma transversal, a cada uno de sus empleados. En otro de estos correos, se les informaba además que debían ser felices, dado que “trabajamos en la segunda empresa más valiosa de Argentina", según un ranking publicado por la consultora “Brand Finance”.
El malestar comienza a salir a la luz
Como se expresa popularmente, existe LA realidad y “LA realidad”. De forma natural, las quejas, malestar, angustias y crisis van explotando y saliendo a la luz por distintos caminos.
En famosos foros como OpenQube, Reddit o Glassdoor, donde trabajadores de distintas empresas cuentan sus experiencias, comparten críticas tanto buenas como malas, realizan sugerencias y demás, cada vez son más frecuentes los comentarios que cuentan en detalle lo que sucede puertas adentro de Globant.
¿Cuál es el camino a seguir?
Es fundamental que los trabajadores de Globant se organicen para exigir mejoras en sus condiciones laborales. La negociación colectiva, la intervención de un sindicato y la denuncia pública son algunas de las herramientas que pueden utilizar para hacer oír su voz.
Invitamos a todos los globers a ponerse en contacto con la Asociación Gremial de Computación, compartir información y trabajar juntos para desandar esta crisis antes de que la renuncia sea la única opción viable.
¡Contactate con tu gremio!