Desde hace tiempo, Avature viene aplicando una política clásica de ajuste para “encauzar sus números”. El camino fue de manual: convertir a sus propios empleados en la principal variable de recorte. Desde diciembre de 2024 hasta hoy, los despidos se cuentan de a cientos, los salarios estuvieron congelados más de seis meses y el aumento prometido llegó tarde, fue insultantemente bajo y además discriminatorio. Con la excusa de la “performance”, la empresa eligió que ese magro incremento del 10% alcanzara apenas a un puñado de trabajadores, dejando afuera a la mayoría.
Como era de esperar, todo este accionar generó un fuerte desgaste y un creciente malestar entre los empleados, que comenzaron a acercarse a la Asociación Gremial de Computación para hacer público lo que ocurre dentro de la firma.
Semanas atrás, el sindicato no solo visibilizó la crisis sino que tomó acciones concretas: presentó una denuncia ante la autoridades de Trabajo, detallando las irregularidades e incumplimientos de Avature. Esa denuncia derivó en una citación a audiencia en la que, por primera vez, la compañía se vio obligada a dar explicaciones.

La audiencia se realizó el martes 2 de septiembre de 2025 en la Secretaría de Trabajo y Empleo de CABA. Participaron, en representación del sindicato, el Secretario Gremial Manuel Alonso junto a otras autoridades y el equipo jurídico de la AGC. Por parte de la compañía estuvo presente su abogado Marcelo Daniel Rolón, integrante del estudio Bruchou & Funes de Rioja, conocido por su defensa de grandes corporaciones.
La organización crece desde adentro
El trasfondo de esta audiencia no es solo legal, sino organizativo. Cada vez más trabajadores de Avature se comunican con la AGC, aportan testimonios y se suman a la construcción gremial interna. El miedo y el aislamiento que la empresa intenta imponer comienzan a resquebrajarse.
La semana pasada, la AGC difundió un comunicado redactado por propios empleados de Avature. Ese mensaje llegó a la casilla interna de correo de casi la totalidad de los “avaturians”, denunciando la situación de despidos, congelamiento salarial y hostigamiento, y anunciando el inicio de un proceso de organización colectiva con el respaldo del sindicato.
Las denuncias colectivas y el acompañamiento sindical permiten visibilizar lo que ocurre y exponer públicamente a la empresa por su plan de ajuste permanente. Vaya paradoja, el principal activo de Avature es comercializar un software empresarial que se promociona como una herramienta para “gestionar y adquirir talento”.
Un primer paso, no el último
La audiencia es solo el comienzo de un camino de reclamos y acciones. La AGC continuará impulsando iniciativas y denuncias en defensa de los trabajadores de Avature, hasta lograr:
- Una recomposición salarial real, para todos.
- Fin de los despidos y del hostigamiento laboral.
- Regularización bajo un Convenio Colectivo de Trabajo.
Avature eligió el silencio, los recortes y la persecución. Sus trabajadores están eligiendo la organización y la defensa de sus derechos.
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